Admin, 20/04/2022
Lo que la historia cuenta en los libros permanece, aunque a veces la historia suele ser caprichosa y remienda las costuras de la memoria. El tiempo pasa y los pueblos continúan con su trayecto concibiendo más memoria. Soriano es cuna de esa historia.
A partir del 19 de abril de 1825 se dio inicio al levantamiento oriental contra los portugueses quienes dominaban el territorio. Un grupo de hombres comandados por Juan Antonio Lavalleja y Manuel Oribe atravesaron el Río Uruguay y desembarcaron en la Playa de la Agraciada. Un emblema de nuestro departamento, un emblema nacional en el que se yergue el recuerdo a los patriotas.
Aquella marcha de la cruzada libertadora, aquel hito es considerado uno de los más relevantes y determinantes de nuestro pueblo ya que el fragor de la lucha continuó hasta que, el 25 de agosto del mismo año, se declaraba la independencia de la provincia oriental. “Liberar la patria o morir por ella”, un juramento que, casi dos siglos más tarde, resuena en aquellas arenas de la memoria.
Allí, en esa playa, bajo un sol de abril, se conmemoró el 197° aniversario del Desembarco de los 33 orientales con presencia del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, el intendente de Soriano, Guillermo Besozzi y demás jerarcas departamentales y nacionales, entre ellos el Secretario de Presidencia, Álvaro Delgado y Ministro de Defensa Nacional Javier García.
Una bandera tricolor que aún flamea con la leyenda “Libertad o muerte” reafirmando aquel juramento. Una bandera y la sombra del río. Tal y como la historia se nos cuenta, se teje la memoria y remienda sus costuras. El tiempo hace su trabajo para recordarnos, a cada paso, lo que nos convirtió en el territorio que somos.